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Colegio de Profesores Atacama sobre declaraciones del SLEP: “Aspiramos a una educación constante pero con las condiciones adecuadas”

* El gremio de las y los docentes regionales precisaron que los compromisos de la institución local de educación pública sólo llevan un 25%. Asimismo, declararon que el SLEP no estaría proveyendo las condiciones adecuadas para evitar una paralización.

 

El paro de profesores es un hecho inminente ante la vuelta a clases. En este segundo semestre escolar, el Colegio de Profesores anunció que problemas como la deuda histórica, el agobio docente y la violencia en los establecimientos educacionales son los gatillantes de esta movilización que, hasta el momento, duraría 24 horas.

En Atacama, el gremio regional no se quedó atrás en las críticas. Tras las declaraciones del director (s) del Servicio Local de Educación Pública Atacama (SLEP), Luis Adasme, donde afirma que han avanzado en compromisos con los profesores de la región, estos dicen que solo se lleva un 25% de los acuerdos.

Fallas en la infraestructura, riesgos sanitarios y un agotamiento general, son los problemas que el presidente del Colegio de Profesores de Atacama, Carlos Rodríguez y la Secretaria General Regional, Bárbara Rivas, expusieron ante Diario Chañarcillo.

 

El fondo del asunto

¿Qué les parece las declaraciones del director subrogante frente al próximo paro?

Lo relevante no es lo que él diga, sino el contexto de largo desarrollo y movilización. Tenemos un historial de dificultades que incluso ha sufrido el SLEP. Para que haya clases y no se pierdan, necesitamos hacernos cargo de las condiciones para su buen desarrollo.

Cuando el director (s) dice que “cada día perdido, es un día donde el niño deja de aprender”, ¿se sienten interpelados?

Es que hay muchos factores que interfieren en la pérdida de aprendizaje. Nosotros aspiramos a una educación constante, pero para aquello necesitamos elementos que lamentablemente el SLEP no está proveyendo. Las condiciones salubres en los colegios, como las palomas y su contaminación, es algo que se arrastra hace años y que no se le ha puesto un alto; el problema de las raciones Junaeb como un problema de infraestructura; la falta de docentes, entre otros. 

¿Y cuando se dice que de todas formas tienen la obligación de abrir los colegios?

Abrirlos con profesores que faltan y con otros que no están contratados para hacer reemplazos, es pensar la escuela como una guardería. No es solo que como docentes nos paralicemos y suspendamos la educación de nuestros niños por un día, sino que es exigir las condiciones necesarias para que el aprendizaje sea fructífero. No basta con solo estar ahí.

 

No volver a la crisis de marzo

A principios del año escolar el Colegio de Profesores de Atacama se paralizó justamente por problemas derivados del SLEP. ¿Temen que se repita esa crisis?

El problema no es que se repita, sino que se logre llegar a un buen puerto en las negociaciones. Sin esa paralización no tendríamos mesa de trabajo, pero tenemos muchas demandas que no han sido respondidas.

¿Cuáles demandas por ejemplo?

Principalmente de infraestructura. El requerimiento es importante y la capacidad de respuestas es mínima. Entonces, cuando ocurren eventualidades, el protocolo es trasladar a las y los estudiantes a otros establecimientos. Y, en muchos casos, las empresas dejan abandonadas las labores de reparación en la escuela afectada. Hay un problema de electricidad. Por ejemplo, en la Escuela Técnico Profesional no está implementada la electricidad bifásica que es indispensable para operar maquinaria como galleteros o taladros. 

 

Compromisos en espera

Ustedes se reúnen la próxima semana con el SLEP para evaluar cómo van los compromisos con el gremio. ¿Siente que hay avances?

Uno de los avances ha sido precisamente tener esa mesa de conversación. Tenemos regularmente reuniones con las distintas autoridades de educación en la región. Nuestras demandas de marzo eran por el mínimo, pero revisando detalladamente constatamos que hay un 25% de avances en los acuerdos. Por lo tanto, eso agota. A la hora de la verdad, ocurren situaciones como las siguientes: en Tierra Amarilla se prolonga el paro porque en tres semanas no llegaban insumos de aseos ni tinta; las plagas de roedores, palomas y hormigas; el caso del Buen Pastor con termitas en su techo y afectaciones por la lluvia. 

Reconocemos la voluntad de trabajar después de este llamado de atención en marzo, pero de todas formas tenemos acotaciones incluso en lo económico. Hay un déficit, una mala gestión del SLEP en torno a finanzas, de recursos que son para educación y otros que tienen que concursar. Los Liceos Técnicos Profesionales se quedaron, por ejemplo, sin las remesas para funcionar bien.

Consideran que están en una crisis pese a los diálogos…

Pronto hay una auditoría sobre este tema que nos despejará dudas, pero todo indica que nos aproximamos a un caos. Debemos dejar de echarnos la culpa unos a otros y  poner atención a por qué las y los docentes nos estamos parando. Y, de alguna manera, hacer los esfuerzos entre todos para sacar la educación adelante.